El cálculo diferencial es
una parte importante del análisis matemático y dentro del mismo del cálculo.
Consiste en el estudio del cambio de las variables dependientes cuando cambian
las variables independientes de las funciones o campos objetos del análisis. El
principal objeto de estudio en el cálculo diferencial es la derivada. Una noción estrechamente
relacionada es la de diferencial de
una función.
En el estudio del cambio
de una función, es decir, cuando cambian sus variables independientes es de
especial interés para el cálculo diferencial el caso en el que el cambio de las
variables es infinitesimal, esto es, cuando dicho cambio tiende a cero (se hace
tan pequeño como se desee). Y es que el cálculo diferencial se apoya
constantemente en el concepto básico del límite. El
paso al límite es la principal herramienta que permite desarrollar la teoría
del cálculo diferencial y la que lo diferencia claramente del álgebra.
Desde el punto de vista
matemático de las funciones y
la geometría, la derivada de una función en un cierto punto es
una medida de la tasa en la cual una función cambia conforme un argumento se modifica. Esto es, una derivada
involucra, en términos matemáticos, una tasa de cambio.
Y COMO ES QUE SURGE EL CALCULO
DIFERENCIAL.
Los matemáticos del siglo XVII se fueron percatando gradualmente de que una gran parte de los problemas que surgían de distintos tipos de movimiento (con la consiguiente dependencia de unas variables respecto a otras), así como de problemas geométricos que no se habían podido abordar con los métodos usuales, podían reducirse a dos tipos. Ejemplos sencillos de problemas del primer tipo son: hallar la velocidad en cualquier instante de un movimiento no uniforme (o, en general, encontrar la velocidad de variación de una magnitud dada), y trazar una tangente a una curva dada. Estos problemas condujeron a una rama del análisis que recibió el nombre de 'cálculo diferencial'. Ejemplos muy sencillos del segundo tipo de problemas son: encontrar el área de una figura curvilínea (el problema de la cuadratura), o la distancia recorrida en un movimiento no uniforme, o, en general, el efecto total de la acción de una magnitud continuamente variable. Este grupo de problemas condujo a otra rama del análisis, el 'cálculo integral'. (Aleksandrov, 1, 95-6)
La RAE, en su diccionario, nos remite de la voz integral a cálculo integral, que define como: parte de las Matemáticas que enseña a determinar las cantidades variables conocidas sus diferencias infinitamente pequeñas.
Y lo cierto es que, en su origen, lo que hoy conocemos como cálculo integral surge a partir del problema geométrico del cálculo de áreas de superficies planas, y este problema nos remonta a la antigüedad.
La Geometría griega se interesó pronto por las áreas de figuras en el plano y los volúmenes de cuerpos geométricos. También tempranamente descubrieron que el tratamiento de las figuras de contornos curvilíneos no era sencillo de abordar.
Fue Arquímedes (272-212 a.C.) el que, al intentar determinar el área de un segmento parabólico, plantea lo que se conoce como método de exhausción, y que consiste en aproximar sucesivamente por exceso y por defecto la figura a medir, si bien atribuye a Eudoxo (s. IV a. C.).


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